El Camino portugués, un Camino señorial e inmenso, comienza en la frontera con Portugal, en A Guarda,  bañada por el Océano Atlántico y abandonando el Río Miño. Continúa bordeando el océano hasta pasada Redondela, es decir, más de la mitad de las etapas son de costa. En contraposición con el Camino Francés, este Camino está repleto de playas, acantilados, faros, puertos y muchos pueblecitos costeros.

Las últimas tres etapas de este Camino son de interior, haciendo del Camino Portugués una ruta muy variopinta.

Un orgulloso Atlántico. Mar y biodiversidad

Este camino tiene como puntos clave los siguientes: A Guarda, Baiona, Vigo, Cedeira, Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y finalmente Santiago.